El hecho ocurrió en la localidad de Unna, Alemania, donde la mujer confesó que 'quería que su muerte sea lo más agradable posible'.
Cuando el hombre identificado como Tim Schmidt denunció lo sucedido ante las autoridades, Hansen, su esposa, dijo que todo se trató de un juego sexual; sin embargo, luego confesó que ella quiso asfixiar a su pareja porque él intentó amenazarla con un arma de fuego.
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