A la bonita Melymel, una de las más destacadas exponentes de la música urbana, la han querido crucificar por el hecho de haber declarado que no cantará dembow porque tiene una imagen limpia.
Sin embargo, antes de esas declaraciones, una publicación del comunicador José Zabala, en Zabala al Día, daba cuenta de la situación de los exponentes del género en una plaza muy importante, como la de la ciudad de Nueva York.
A Melymel se le considera una figura de la música urbana con clase, no barrial, dentro del conglomerado del género. Que aún cuando dirige su arte hacia todos los sectores sociales, procura mantenerse al margen de la cotidianidad, haciendo un trabajo que sobresale por su lírica y su música.
No en vano una empresa tan importante y exigente como la Cervecería Nacional Dominicana la ha escogido como “buque insignia” para sus campañas de verano, por dos temporadas consecutivas.
Un ejecutivo de la empresa ha sido claro en ello cuando dijo: “La Cervecería busca llegarle a la juventud con sus campañas publicitarias, y para ello busca a la intérprete urbana, que mejor nos representa: Melymel”.
Eso sólo hecho debería bastar para que la gente piense antes de hablar.
Melymel es una realidad: Una mujer bonita, sencilla, querida, apreciada por la gente con criterio, que se crece por encima del común denominador de las “bochincheras urbanas barriales” que se sustentan en el chisme barato.
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