Santiago. Viejos alambres de púas sirven de sostén a la casa de Miguelina Peña Rodríguez, quien junto a su familia vive en constante riesgo y ante el temor a que colapse con sus ocupantes dentro.La vivienda está sostenida tan solo por alambres amarrados a una pared que impide que se termine de desplomar. Peña Rodríguez lleva quince años residiendo en esta vivienda que a través del tiempo se ha ido deteriorando y reparándola con pequeños pedazos de madera que encuentra en la calle y algunos alambres del tendido eléctrico para sostenerla, pero vive con el constante temor de perder la vida, si colapsa la estructura por los vientos y las lluvias.
0 comentarios:
Publicar un comentario